Soy Minelis Acevedo, tengo 32 años y resido en Estados Unidos. Soy casada, Maestra de Matemáticas y soy Especialista en Tecnología Educativa. Soy mamá de una niña y disfruto de la maternidad en casa.
Mientras estudiaba el Bachillerato, tomé algunos cursos de psicología pertinentes al área de educación. A partir de ahí comprendí la gran importancia del rol de los padres, no solo en el desarrollo de destrezas y habilidades o en identificar dificultades que el niñ@ pueda presentar a temprana edad, sino también en el desarrollo psicológico y emocional del niñ@. Los padres son fundamentales en la educación y formación del individuo. Es en el núcleo familiar donde aprendemos a relacionarnos con otras personas, desarrollamos nuestro carácter y a cómo resolver los conflictos. Además aprendemos sobre la empatía, a compartir con otros y las normas del vivir en comunidad. Suena algo tan fundamental ¿verdad? Entonces, ¿por qué nuestra sociedad lo está pasando por alto? ¿Por qué el trabajo es prioritario sobre la familia?
Hoy día el estilo de vida que muchos escogemos vivir exige tanto de nosotros, que hemos optado por relevar nuestra responsabilidad como padres y designarselas a otras entidades. En general, mamá y papá trabajan para “cubrir” todas las necesidades de la familia y no queda de otra que buscar quien cuide y críe a nuestros hij@s. Estas condiciones son similares a las que viví en mi niñez. Crecí en un hogar donde ambos padres trabajaron hasta el cansancio. Sus trabajos exigían mucho más tiempo del que tenían disponible. Fue muy frustrante y complicado el no poder contar con ellos en momentos importantes y cruciales de mi infancia y adolescencia ya que sus trabajos les acaparaban. Se de primera mano qué es y cómo se siente crecer en un hogar donde papá y mamá trabajaron. Por tal razón me propuse que mis hij@s no experimentarían lo mismo que viví.
Mucho antes de que mi esposo y yo nos casaramos hablamos sobre nuestras metas y sueños. Hablamos sobre nuestras posibilidades de formar familia. Cada cual propuso un plan, obviamente mi plan incluía que uno de los dos estaría en casa todo el tiempo con los niñ@s. Fue un tema de larga duración y controversia debido a que el detalle de que uno de los dos se quedara en casa con los niñ@s implicaba un salario menos y muchas cuentas y gastos sin poder cubrir. No decidimos algo definitivo, pero sí concluímos que nuestro estilo de vida debía ser cónsono con nuestro plan de que uno se quedaría en casa cuando tuvieramos niñ@s y el poder alcanzar nuestras metas y sueños fuera viable.
Luego de ocho años casados recibimos la gran noticia. Era el momento de ejecutar nuestro plan. El detalle es que por más bonito y perfecto que sea el plan que diseñamos nunca se estará 100% preparado para ejecutarlo, ni tampoco habrá garantía que las condiciones serán exactamente las propuestas. Así que fue momento de analizar todo el plan. Al sentarnos, vimos que el plan iba por buen camino, pero que teníamos una variable que nunca habíamos considerado. Nos encontrábamos en plena coordinación para mudarnos desde Puerto Rico hacia Estados Unidos. Ante este cambio de panorama, tendríamos que analizar otras opciones.
Al realizar varios ajustes y pensar en lo que ello implicaba, decidimos que yo me quedaría en casa disfrutando de la maternidad. Mi experiencia de niña y el deseo de formar parte del desarrollo de nuestra hija fueron los aspectos más influyentes para que decidieramos que yo me quedara en casa. Despertar cada día junto a mi niña y estar con ella han sido mi mayor fuente de motivación. Verla crecer y desarrollarse me confirma que hemos tomado la mejor decisión. El que uno de nosotros se quedara en casa nos llena de paz, de seguridad y de confianza.
Ha sido un tiempo maravilloso y de mucho crecimiento. Cada día aprendo más. Hoy día soy más paciente, más tolerante, más empática. También tengo que decir que es agotador, que he estado días sin darme un baño con calma o tan siquiera he contado con un momento para cepillarme el cabello. Puedo decir que he aprendido a valorar el tiempo, aprecio cada segundo que paso con ella y mi esposo, con mi familia. Atesoro cada etapa, cada experiencia vivida. Se que jamás volveré a vivirlo y eso me ayuda aún más a confirmar que he tomado la mejor decisión de mi vida.
Mientras estoy en casa disfrutando de la maternidad me desarrollo en otras facetas. Continúo educandome y leyendo sobre mi especialidad y me he organizado junto a mi esposo para diseñar y compartir este espacio. En algún tiempo (no determinado aún) deseo continuar estudiando y volver a ofrecer mis servicios profesionales. No ha sido fácil, pero he concluido que si he logrado estar exitosamente todo un año con mi niña en casa, podré lograr cualquier otra meta, sueño o deseo que me proponga.
Para nosotros, al principio fue un tanto complicado cuando la familia conoció nuestra decisión. Muchos cuestionaron cómo le haríamos financieramente y por cuánto tiempo yo estaría con nuestra hija en casa. Dialogamos con ellos los beneficios que tenía nuestra decisión. Sin entrar en muchos detalles, explicamos cómo nos acomodaríamos y prepararíamos para recibir a nuestra bebé.
El quedarte en casa es una decisión muy personal de cada mujer, de cada pareja. Conlleva mucha organización y planificación para que estar en casa disfrutando la maternidad sea una oportunidad gratificante para tod@s. Estar en casa no significa que hay una ama de llaves que se encargará de mantener la casa brillando, cada comida lista a tiempo, cada objeto en su lugar. Mamá en casa es que nuestros hij@s recibirán las mejores atenciones, el mejor cuidado, la mejor educación, el mejor ejemplo. Mamá en casa es que velaremos con mucho más énfasis el desarrollo de nuestr@s hij@s y que seremos parte de esos logros.
Estoy viviendo un evento único y especial. No quiero perderme ni un solo momento. Les invito a que disfruten del tiempo y que atesoren la oportunidad que la vida les da de tener a un pequeño o una pequeña en casa. Vivan cada momento y disfrutenlo al máximo. Recuerden que ya no seremos más una pareja, ahora somos una familia.
2 COMMENTS
HECMARY ROSARIO
7 años agoWow… Es como hubieses escrito leyendo nuestras mentes y sentir. Al leer esto realmente me sentí no sólo identificada si no que que se sintió bien el ver que alguien pueda compartir el mismo sentimiento y pensar. En nuestro caso tomamos la misma decisión, renunciar a un buen sueldo con la finalidad de ser yo quien cuidara y estuviera al pendiente de bebé pues nadie mejor que yo para hacerlo sobre todo en la parte de asegurarse de inculcar buenos valores para que en un futuro fuera una persona de bien. Gracias a esto también pide dar paso a otra nueva etapa y establecer mi propio negocio desde mi hogar sin dejar de cuidar a bebé y estar para ella 24/7 las veces que ella así lo amerite. Nadie mejor que mamá o papá sobre todo en esos primeros años vida los cuales son fundamentales sobre todo a nivel emocional. Hoy, gracias a eso podemos decir que tenemos una bebé feliz y eso gracias a sus cuidados, atenciones y al vivir dentro de una familia bendecida y llena de mucho amor. Se que este nuevo blog será de mucha bendición para muchas de nosotras las cuales nos encontramos en esta hermosa travesía llamada maternidad. ¡Muchas bendiciones!!!
Maleta en mano
7 años ago AUTHORMuchas gracias por tus palabras y por compartir tu experiencia. No es una decisión sencilla, pero definitivamente es una decisión crucial para la vida de nuestr@s hij@s y sociedad. Poco a poco debemos seguir creando conciencia de las repelcusiones de delegar a otr@s nuestra responsabilidad de padres y a su vez promover alternativas viables para las necesidades particulares de cada familia.
Siempre lo mejor,
Minelis